Desde siempre se ha calificado como buena o mala
literatura algunos determinados libros pero, sobre todo, aquellos que llaman la
atención de los adolescentes.
Hace ya una semana que está en cartelera la segunda
parte de Amanecer o, lo que es lo mismo, la última película que versa sobre la
historia de Edward y Bella. Esta historia de amor casi imposible, despertó el
interés de miles de adolescentes y de personas ya no tan adolescentes. ¿Qué
ingredientes presenta para conseguir tanta expectación? Muy sencillo, vampiros,
licántropos, humanos… una variedad atípica que llama la atención del receptor.
Si a todo ello le sumas una historia de amor entre un vampiro y una humana (con
un licántropo que se interpone) tendrás un drama que fácilmente se pone el
frente de los Best Seller.
Pero, ¿qué se esconde detrás de todo ello? ¿Nos
podemos quedar en la historia superficial? No. Anoche pude ver el último rodaje
de la saga y si lo ves desde una perspectiva más abierta te darás cuenta de que
hay ingredientes detrás que nos recueran a diversos acontecimientos que quedan
atrás en nuestra historia.
La temática es bastante recurrida, una versión más
fantasiosa de Romeo y Julieta pero, al contrario de Shakespeare, Bella y Edward
consiguen pasar la eternidad juntos. Para llegar a este final feliz tendrán que
pasar por múltiples obstáculos y uno de ellos es de bastante relevancia: los
Vulturis, esa organización vampírica que vela por el buen desarrollo y
convivencia de los vampiros en un mundo que no les termina de pertenecer. En
ellos podemos ver la institución eclesiástica de la Edad Media. Una estructura
que controlaba la información, que controlaba el poder y que determinaba la
vida de las personas. Una jerarquía que eliminaba todo aquello que se les
escapaba de las manos y que se encargaba de que ese acto de eliminación fuera
público para instaurar el terror entre toda la población y, por lo tanto, lograr
que el pueblo actuara según la voluntad cristiana. La Iglesia se presentaba así
como una institución represora y los Vulturis tienen la misma función.
La familia Cullen presenta un grave peligro para
ellos pero no puede eliminarlos sin un motivo, así que buscan cualquier posible
acto delictivo para intentar eliminarlos del mapa. Los medios empleados son rastreros
ya que los provocan hasta el límite para que sean los Cullen y sus seguidores
quienes comiencen la pelea. Pero no lo consiguen, claro, ya que se trata de
literatura tipo Best Seller.
Me atrevería a decir que la película mejora el
libro. Elimina escenas que el lector echa de menos, pero añade una batalla que
no está en el libro y que es necesario para entender el por qué del final de la
saga. Así que mi aplauso a esta adaptación, creo que para mí es la mejor de
todas.
Y para los que critiquéis esta literatura, estas
adaptaciones, recordad una cosa: la realidad depende de los ojos que la miren.
Hasta la próxima
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