Últimamente estamos asistiendo a una invasión política en los medios de comunicación, sea cual sea su medio utilizado para llegar al ciudadano. Esto es debido, como todos ustedes ya sabrán, por las próximas elecciones que tendrá lugar el 20-N, fecha muy significativa.
Tras el debate ocurrido el lunes día siete entre los dos líderes políticos más influyentes en España, muchas son las discusiones ocurridas en todo el ámbito español, unos a favor de un partido, otros a favor del otro. Algunas personas me han preguntado qué me pareció el famoso debate a mí, a una estudiante de periodismo recién inicializada en el ámbito político. Esta pregunta viene fundamentada en el hecho de que conocen que tuve que hacer un análisis del debate para después centrarme en el lenguaje de uno de los dos candidatos, el cual no revelaré aquí.
Mi opinión no es importante, ni aquí ni en ningún otro ámbito, pero lo que me resulta curioso es que casi todas las personas que me preguntan por mi punto de vista lo hacen creyendo que voy a estar de su parte y que voy a defender a aquél partido que es defendido por ellos mismos. ¿Tanto necesitamos tener el apoyo de los que nos rodean? Pero la siguiente pregunta me parece la más adecuada, ¿necesitamos que los que no rodean piensen lo mismo que nosotros? Creo que defraudé a todos los que me han preguntado al respecto, pues mi respuesta era siempre la misma: no voy a entrar en trivialidades sobre lo que me pareció a mí o me dejó de parecer, vamos a centrarnos en la imagen que dieron ambos partidos políticos, imagen que, por otro lado, era la que esperábamos de ellos.
Algunos estarán más a favor que otros sobre este bipartidismo que caracteriza España y que es consecuencia de nuestros mismos actos. Sí, me permito decir que es consecuencia de nuestros mismos actos porque es resultado de que la mayoría votemos a uno de los dos, y lo peor de todo, señores, es que los que dicen estar en contra de este sistema español no van a votar, ¿cómo pretendéis cambiar nuestra realidad si no utilizáis vuestro derecho de decir lo que pensáis mediante el voto? Otros muchos dicen pasar de la política, el problema es que no se puede pasar de algo que está en nuestro día a día. No, no podéis simplemente decir que no queréis tener nada que ver con la política cuando después recurrís a ella constantemente y, lo peor de todo, sin saber que lo estáis haciendo.
El tema aquí tratado es muy complicado y no se puede resumir en unas 500 palabras con las que se caracterizan mis pequeños artículos, pero desde aquí os muevo al voto. Sea cual sea vuestro candidato favorito, el próximo 20 de noviembre id a votadle. Podríamos resumir diciendo que no hay ningún candidato que tenga una varita mágica que hará que nuestros problemas económicos se solucionen en 24 horas, pero no es lo mismo que esta situación la maneje una persona u otra.
Hasta la próxima.
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